Pescador solitario en unas rocas de los acantilados de la Península de la Magdalena próximas al Palacio.
Hay zonas como esta en que las rocas forman un plano inclinado donde los pescadores pueden aproximarse al agua con una cierta seguridad. Es lugar apreciado para la pesca pues en una zona de paso de los peces de mar abierto a la Bahía de Santander.
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